sábado, 15 de marzo de 2008


PROBLEMATIZACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO DE LA RELACIÓN CLASE, GÉNERO y ETNIA EN LAS MUJERES

Ayer pasaba por una calle riendo con otras, un hombre se atrevió a decirnos que si las mujeres se ríen mucho se les puede caer los dientes. Es una de las ofensas más recientes que he escuchado. Si solo de risas se tratara, tal vez, habríamos de haberle contestado que era un pobre amargado y retrogrado, pero es preciso ir más allá, la pregunta sencilla que surge, es ¿porqué se atrevió a decirnos eso?, si estábamos riéndonos de lo más delicioso ¿porqué pasan estas situaciones?, ¿hechos de esta naturaleza son pie para explicarnos una realidad más profunda? o simplemente nos envolvemos en el silencio histórico que nos caracteriza a muchas mujeres para que no nos digan “exageradas” o quedamos en la constatación de que a veces no tenemos oportunidad de ejercer ni los más mínimos derechos a la libertad en los espacios públicos...

Pues NO, es desde esos acontecimientos que hay que subvertir el orden y es un reto aprender a hacerlo, porque situaciones así no son esporádicas, cuando tienes conocimiento de peores hechos ocurriendo cada minuto en el íntimo de cada mujer como en sus cotidianos acontecimientos públicos, entonces la magnitud y las afectadas somos miles. Entonces una agresión “ocasional” pasa de ser una digresión individual de alguien que se quedó en los muros de los frailes del medioevo y se convierte en una condición social que el feminismo ha definido desde hace muchos años como dominación sexual.

Si las y los seres human@s estamos siendo afectadas por prácticas neoconservadoras e injustas esas prácticas son los motivos exactos, propicios para PROBLEMATIZARNOS, preguntarnos qué pasa, para denunciar esos hechos y utilizar los medios que nos permitan nuestras fuerzas y construir un andamiaje capaz de colocar en el debate público, sobre la mesa de juego, los acontecimientos que no nos permiten vivir con dignidad.

Debido a que la magnitud de la dominación sexual es tan basta y en movimiento, que encarna la producción y reproducción del inconsciente y del conciente de cada ser humano, es una estructura de vida, una cultura de poder de la que nadie escapa, requerimos aproximarnos en la medida de lo posible para explicarnos su lógica, su funcionamiento e historicidad, la dimensión de su aguda brutalidad y poder para asumir otra práctica de vida.

Ese horizonte nos hace capaces de percibir sensiblemente que las mujeres no solo vivimos una contradicción y que la contradicción sexual no es la única que atraviesa nuestras vidas y que existen otras, de profundas dimensiones expresadas en las contradicciones de clase, las étnico-raciales, las generacionales, las de destrucción ecológica, etc., que han comprometido en un escenario de muerte global no solo a las mujeres sino a todo al mundo. Aproximarnos a nuestra propia vida desde el entramado múltiple de contradicciones se vuelve sumamente complejo, y por eso, también complejo encontrar alternativas de carácter integral.

Desde el feminismo que vivimos, estamos concientes de que requerimos abrir varios procesos que nos permitan ubicar por dónde podemos articular alternativas de vida.

El espacio que estamos construyendo en la Revista Feminista para abordar algún tema concreto, en mi caso, avanzar en la “Problematización del funcionamiento de la relación clase, género y etnia en las mujeres”, sería el espacio de involucramiento de este decir colectivo que estamos creando juntas.

Metodológicamente, la idea es aplicar un proceso de observación en los espacios más comunes, las reuniones, los talleres, las movilizaciones, etc., en que por ahora se produce el contacto entre organizaciones feministas, de género y la Casa feminista de Rosa. Además, ubicar ciertos espacios que parezcan concentradores de la problemática sexual, grupos que experimenten el cuerpo, la erótica y el desnudo.

Hay muchas razones para que las mujeres fragmentemos las contradicciones, sin embargo, por ahora, me interesa empezar por estas preguntas parciales: ¿por qué las mujeres no logran articular y relacionar las contradicciones mencionadas?, ¿por qué la tendencia a la unilateralidad política?, ¿por qué se produce el proceso de sustitución de contradicciones por el que aparece una y se invisibiliza otras?, ¿el particularismo es cuestión de estrategia política?

Luego, realizaría una primera sistematización de lo observado y la lectura de algunos textos complementarios.

Con el Grupo de Investigadoras, Talleristas y Promotoras de la Revista Feminista, hemos decido que vamos a asumir una metodología en construcción. En este sentido, cabe indicar dos aspectos:

a.- Buscamos arribar, crear horizontes, visionar desde los acontecimientos diarios a los que nos aproximamos con la investigación, con quienes “son semejantes” por condición social de opresiones y explotaciones múltiples, iniciando el punto de partida desde las mujeres, hacia el compromiso por aprender a vivir otra vez.

b.- Aproximarnos al campo diferente y particular de lo “subjetivo y objetivo femenino” desde el feminismo, crítico, diverso, de izquierda, que se plantea no solo un nuevo espacio público para mujeres y hombres, no solo democracia en la cama y en la casa, Queremos un feminismo, que partiendo de una mirada individual y colectiva, una práctica de vida de algunas mujeres, pase a enlazar posibilidades para construir otra humanidad, por ahora, muchas maneras de vivir, basadas en el amor y la critica profunda al sistema capitalista, patriarcal, racista...

Por: Margarita Aguinaga

lunes, 25 de febrero de 2008

CRONOGRAMA DE TRABAJO DEL PRIMER NÚMERO




LA CONSTRUCCION DE LOS CUERPOS-TRANS ENTRE LA NORMA Y EL DESEO

Esta aproximación a la construcción de los cuerpos -entre la Norma y el deseo- será cuidadosamente elaborada a lo largo de un año de trabajo, según las tres temáticas establecidas por el Consejo Editorial (sexualidad, clase y etnia). En este sentido buscamos, a partir de la interpretación del sistema sexo-género-deseo, evidenciar la forma en que esos "otros cuerpos" se construyen, sienten, sufren, se cuestionan y hasta destruyen.

Intentaremos mostrar a través de imágenes el conflicto entre lo deseado y lo normado en esas construcciones corporales, intentando descifrar cómo se experimentan las vivencias eróticas en el cuerpo en las relaciones, en la precariedad; cómo el rechazo a ciertas partes del cuerpo, poniendo en peligro la salud, se asumen con una convicción en busca de alegría y trascendencia.

Nuestro diálogo se establecerá con "otr@s" en forma de testimonios que incursionarán en la norma heterogénero, el cuestionamiento de la masculinidad, la pertenencia cultural, el cruce con la clase en la estilización de los géneros y las formas, ya sean estas preciarías o privilegiadas, de modificar estos cuerpos trans.

Nuestra intencionalidad -la de una mirada que quiere ser "puente" y "entre"- es mostrar las sutilezas del castigo y la exuberancia de lo diferente.

La estructura del texto que entregaremos en el primer número de la Revista, más allá de lo formal, responde a la necesidad de mostrar la construcción de un lenguaje-también-otro; proponemos una división tangible entre lo que llamaremos: la política del cuerpo -palabra e imagen- y la narrativa formal argumentativa -la Norma tal cual-. Estos dos mundos que entran en contradicción se cuestionan, tensionan y modifican para dar paso a algo que llamaremos, el lenguaje de lo “trans”.

Este trabajo es posible por la apertura, la confianza, el apoyo, la paciencia y las orientaciones de muchas mujeres. Colaboran los entrevistados: Daniel Moreno, Jorge Santana, Carina Vance y algunos personajes más que por su valentía y particularidad resultan cruciales y lind@s para nuestra propuesta; y además incorporaremos nuestras propias experiencias.

Reforzaremos la investigación con los aportes metodológicos que el grupo de talleristas e investigadoras nos faciliten.


Por: Cayetana Salao, Ana Almeida y Daniel Moreno

HISTORIAS DE LA CAMA Y EL CUERPO

memoria de la(s) sexualidad(es) alojada la cama, en las cosa y, presencia de la violencia sexual-penal, en la cárcel de mujeres de Quito.

Se necesitan unos veinte dólares para los palos y tablas que sostienen los colchones, no son fáciles de conseguir, sobre todo si los chapas ya te quitaron lo que cargabas encima, peor aún si no tienes familia que te visite y te ayude porque caíste “en cana”. Así que: a lavar ropa, hacer los aseos de las otras, vender lo que tengas para pagar la deuda por la delgada suavidad en la que puedes dejar caer tu humanidad agotada.

Tu cuerpo se halla atado a la cama, espacio multiuso: el recibidor de tus visitas, el refugio de la trashumancia diurna donde regresas después de haber logrado que pase un día más, o simplemente tu pequeño sitio caliente en el mundo de donde no quieres levantarte a enfrentarlo.

En la pequeña pared que queda entre unas tablas y otras, pegas tus fotografías, las tarjetas que te dio tu hija o algún enamorado, enamorada cuando aún lo eran… minucias, evidencias, recuerdos de que has sido amada, de que creíste. Amor, ¿cómo conseguirlo en prisión? La cama es testigo del enamoramiento de la compañera con quien se roza tu cuerpo por la noche, del amante que pagó a la guía por unos momentos de pasión. ¿Sexo? Si, la cama es “el acueste” aunque éste no sea sólo sexo.

La cama, tu cuerpo, tu sexo, tu vida, el mundo ¿Cómo se inmiscuyen unos con otros? ¿Promiscuos? La promiscuidad es sólo el revoltijo, a veces indeseado, del deseo; el encuentro violento de las intimidades forzadas. Violencia que no es sólo golpes sino castigo del deseo, en ocasiones, deseo del propio castigador, a veces verborrea del especialista, terapia, sanción, confusión. Paradoja del hacinamiento: roces obligados, inusitados, repulsivos; a veces, ansias del calor de otro cuerpo. La cobija que conseguiste a plazos, la pequeña almohada, los pliegues de las sábanas son una cartografía de tu vida, de tus deseos, tu sexo. Refugio afectivo.

Nos proponemos una etnografía colectiva: diarios de campo, diálogos, testimonios, entrevistas.

Un equipo de 2 investigadoras externas y 5 internas indagaremos los usos y recuerdos del cuerpo, la cama y las cosas de diferentes celdas. Visitas donde entrevistaremos a compañeras que nos cuenten las historias entrelazadas a estos espacios de intimidad violenta, deseo, sexo y refugio; donde nos cuenten lo que quieran contar. También recorreremos los pabellones de la cárcel de mujeres de Quito para realizar un croquis de las experiencias corporales en espacios más públicos, pues, frecuentemente, los pasillos también son cama. Las preguntas tendrán como principio la exploración de los sentidos, es decir, su punto de inicio no será ¿qué piensas?, sino ¿qué sientes? La interpretación será colectiva.

Otra investigadora externa se entrevistará con el psicólogo del Centro a propósito de la sexualidad de las mujeres “antisociales”. En esta parte de nuestra investigación buscaremos explorar otras facetas de la violencia legitimada sobre los cuerpos aprehensibles de mujer, para entretejer en nuestra etnografía colectiva.


Por: Lisset Coba, Andrea Aguirre y Nadia Ribadeneira

TERRITORIO DOMESTICO: mujeres indígenas migrantes domésticas y Señoras

Nuestra investigación da una mirada a la construcción del espacio doméstico como un territorio en el cual se codifican las relaciones de género, clase y etnicidad.

Lo doméstico ha sido un tema central en las ciencias sociales modernas que se ocuparon de estudiar al campesinado indígena y el esquema simbólico que representaban las relaciones de dominación serviles en términos de parentesco y economías domésticas; sin embargo, la pervivencia contemporánea de formas de dominación domésticas, ha sido un tema evadido por unas ciencias sociales que no han establecido relaciones estructurales entre clase, etnicidad y género, y que han evitado mirar a la empleada doméstica, destino de gran parte de las mujeres migrantes, como un problema social y personal de implicaciones estructurales.

Nuestra investigación abordará el territorio de lo doméstico y el fenómeno del trabajo doméstico como un lugar en el que se establecen relaciones de dominación que intentan codificar jerarquías que afectan tanto a las mujeres tuteladas (la empleada) como a las mujeres dominantes, normadas por sus signos de distinción. Ambas figuras que establecen formas de corporalidad y pretenden codificar incluso formas de conciencia y de lenguaje.

En este contexto, nos proponemos avanzar en entrevistas y observación de relaciones de dominación en el espacio doméstico, que nos permitan conocer: experiencias de clasificación y codificación de la subjetividad femenina y formas de transición entre estas codificaciones y las resistencias que van de lo cotidiano a lo político (en casos de lideres indígenas que han experimentado este proceso); además, buscaremos una aproximación a historias personales en las cuales se vea reflejado el hecho complementario a la alta normatividad del espacio doméstico: la criminalización de la fugitiva.

En síntesis:

  1. Intentaremos una sociología del espacio doméstico como eje de relaciones significativas, para entender el conjunto de las divisiones sociales que atraviesan esta sociedad interno colonial.
  2. Buscaremos entender los códigos y normativas que intentan construir formas de subjetividad y vínculos de poder que afectan a “amas y esclavas”.
    Buscaremos reconstruir indicios de resistencia, y experiencias de transformación subjetiva en la lucha política.
  3. Haremos un acercamiento a la criminalizacion y el estigma que pesa sobre la persona que sale del espacio doméstico y que atraviesa el límite de la dominación domesticadora para “contaminarse”.
Para el primer número contribuiríamos con un texto tipo ensayo.

Por: Alejandra Santillana y Valeria Coronel

EL ABROTO COMO EXPERIENCIA PERSONAL, SOCIAL, DIFERENCIADA Y COMPARTIDA

La investigación articulará los siguiente ejes:

  1. Cuerpo y política: control y resistencias.
    a. La penalización social y legal como ejercicio de poder y control del cuerpo (discursos Pro-vida, Iglesia , Estado)
    b. Efectos sociales y políticos a nivel macro (datos cualitativos y cuantitativos que ilustren la dimensión de la problemática)
    c. Efectos a nivel micro (culpa, padecimiento)
  2. Placer y reproducción: concepciones sobre la sexualidad a partir de un análisis de discursos sobre el aborto.
  3. Maternidad: concepciones sobre el deber ser y la práctica situada de la maternidad.

Paralelamente, se mostrará la despenalización de facto (conocimiento y prácticas sobre aborto) y los factores de los que depende el nivel de inseguridad y; se abordará diferentes aproximaciones culturales al aborto, para dar cuenta de las percepciones de las mujeres particulares en razón de su condición de clase, etnia y edad.

La hipótesis de la investigación es la existencia de una cultura entre las mujeres que es transversal a las particularidades de su pertenencia a otros grupos identitarios (étnicos y de clase, por ejemplo), que permiten la creación de sentidos y elaboraciones éticas –públicas pero poco visibles- sobre la sexualidad y la salud (entendida, desde su integralidad, como bienestar).

La investigación se orientará a la producción de un video documental sobre la problemática del aborto: el trabajo de investigación durará 10 meses y el de producción y edición 2 meses. Para los dos primeros números de la Revista, contribuiremos con textos tipo ensayo que den cuenta de los avances de la investigación.

Entre otros espacio, el video documental será presentado a los grupos de trabajo de los otros equipos de investigación (mujeres presas, mujeres indígenas migrantes domésticas, personas trasngénero, mujeres negras, etc.), como un insumo para la reflexión sobre el aborto en contextos y situaciones específicas.

Por: Nancy Carrión y Yeidy Rosa

EL CUERPO COMO TERRITORIO Y EL TERRITORIO COMO CUERPO

una experiencia de cartografía corporal y social con mujeres negras urbanas

Con esta propuesta buscamos generar un espacio de conocimiento colectivo desde el territorio más próximo al que nos pertenecemos: nuestro cuerpo, el cuerpo de cada una, retratado, representado, expresado en lo que conocemos y lo que queremos conocer de él, de nosotras mismas. Dejándolo hablar, dejándonos hablar, a través de su memoria, sus aprendizajes, sus gustos, temores y deseos. Viaje en el que vamos reconociendo y valorando las huellas de sus historias y combates.

Pero claro, nuestro cuerpo es un cuerpo que se desdobla, se expande y contrae en el acontecer de los días, de las vidas, modelándose, re-creándose e incluso distorsionándose en el encuentro con los otros y con las otras. Siendo importante conocernos también desde los lugares transitados, lugares que hacemos nuestros o que constituyen las fronteras de nuestro movimiento; a veces solas, a veces acompañadas; desde un sentir propio que puede ser colectivo.

Dos mundos que a veces parecen dos vidas, ¿con cuánta frecuencia nos olvidamos de nosotras en función de los otros?, ¿cuántas veces buscamos no sentir porque nuestros sentimientos nos traicionan o traicionan nuestro “deber ser”, y eso nos asusta?, ¿cuántas veces nosotras reconocemos como nuestro este cuerpo en el que habitamos?, ¿cuántas veces renegamos de él, lo sometemos y buscamos que sean otros los que decidan qué hacer y cómo usarlo?, ¿cómo cambiar las cosas, cómo poder calzar en este mundo y saber que se tiene derecho a ser feliz? Necesitamos reconocer que la abnegación y el sacrificio no son cualidades, sino una señal de rendición, de sentirnos derrotadas, de no imaginar un horizonte más allá.

Preguntas que surgen de vernos a nosotras mismas silenciadas, en el trabajo, en la familia, en nuestros afectos e incluso, en las organizaciones a las que apostamos buscando transformar las dinámicas de poder que nos restringen. Incluso ahí, ¿donde estamos nosotras?, ¿dónde están sus prioridades y las nuestras?, ¿cuán cercanas nos sentimos a nuestras compañeras, cuánto nos identificamos con ellas?

Creemos necesario construir espacios desde donde aprender a vernos con otros ojos (más allá de la mirada del otro); un espacio para vernos cada una en sí misma y luego, poder vernos en las otras: en nosotras y en el mundo que queremos construir, trasformar, pintar. Planteando para eso, el utilizar la Cartografía Social, eso de hacer mapas sobre nosotras mismas y sobre los espacios que habitamos, dándonos y dándoles sentido. Metodología que propiciará nuestro encuentro y búsqueda colectiva de manera inicial y a la que iremos sumando las exploraciones y maneras que en el camino creamos necesarias.

¿Por qué la cartografía social? Porque pintarnos como mapa permite navegarnos, subiendo las colinas, las laderas, fluyendo por los líquidos, sabores, humores, memorias de nuestro cuerpo, de nuestro cuerpo individual y colectivo. Porque mapearnos nos ayuda a trazar caminos por dónde recorrernos, a preguntarnos a nosotras mismas desde una representación de aquello que somos como territorio explorado e inexplorado. Así el mapa de cada una se ira juntando con el de las otras para irnos armando, visualizando en aquello que nos parecemos, pero también en aquello que nos hace singulares, diferentes. Y luego ese cuerpo colectivo que forma nuestro hacer compartido, buscará dibujar su desdoblamiento en el mundo donde nuestro cuerpo se extiende en tiempos y espacios múltiples: teje relaciones, inventa, crea, choca. Y ahí dibujaremos el mapa de nuestro territorio como un cuerpo, porque el territorio es ese lugar por donde la vida transita, por donde somos y dejamos de ser.


Por: María Antonia Aguirre y Lucy Santacruz

CONTENIDO DEL PRIMER NÚMERO (EN PROCESO DE REALIZACIÓN)

Distribuido entre: artículos testimoniales y ensayísticos, trabajos de imagen, memorias de encuentros, expresiones literarias, crítica de medios, crónicas y reportajes y aportes lúdicos.

Del Grupo de Investigadoras, Talleristas y Promotoras

La construcción de los cuerpos-trans entre la Norma y el deseo.
Por: Caye (Casa Rosa y TransTango), Ana (Proyecto TransGénero) y Daniel (Dionisios).

Historias de la cama y el cuerpo: memoria de la(s) sexualidad(es) alojada en la cama, en las cosas y presencia de la violencia sexual-penal, en la cárcel de mujeres de Quito.
Por: Lisset, Andrea y Nadia (Mujeres de Frente).

Territorio doméstico: mujeres indígenas migrantes domésticas y Señoras.
Por: Alejandra y Valeria (La Pepa).

El aborto como experiencia personal, social, diferenciada y compartida.
Por: Nancy (La Pepa y Coalición por la Despenalización del Aborto) y Yeidy (Coalición por la Despenalización del Aborto)

El cuerpo como territorio y el territorio como cuerpo: una experiencia de cartografía corporal y social con mujeres negras urbanas.
Por: Marian (Mujeres de Frente) y Lucy (estudiosa del mundo afro).

La configuración social estructurada por los cruces de sexualidad(es), clase y etnia(s), en conversaciones teóricas.
Por: Margarita (Colectivo Feminista)

Conversaciones de la diferencia: espacios públicos de intercambio.
Por: Casa Rosa hlbt y Colación glbti.


Otras Invitadas a contribuir al primer número de la Revista Feminista

Ana Lía y Teresa (compañeras internas en la cárcel de mujeres), Quito.
Testimonios de cuerpos acosados, encerrados, resistentes.

Gabriela e Ivonne (estudiantes de comunicación social), Quito.
Crónica sobre una investigación con trabajadoras sexuales organizadas en Quito.

REVISTA FEMINISTA

Publicación cuatrimestral
(Quito, 2008)
La publicación de esta Revista será el resultado de investigaciones, diálogos y reflexiones permanentes, promovidos por mujeres feministas autónomas y otros raritos de esta parte del Tercer Mundo; malestares sistemáticos, sistémicos, resistencias creadoras; voces de un feminismo latinoamericano, conocimiento útil para la acción transformadora.

GESTORAS

Consejo Editorial
Colectivos de la CASA feminista de ROSA (La Pepa, Colectivo Feminista y Mujeres de Frente).

Coordinación
Mujeres de Frente.

Grupo de Investigadoras, Talleristas y Promotoras
Algunos de los colectivos de la CASA feminista de ROSA (La Pepa, Colectivo Feminista, Mujeres de Frente), Proyecto TransGénero, Dionisios Café Teatro y Lucy Santacruz (estudiosa del mundo afro).

CRITERIOS DE TRABAJO Y CUESTIONES DE FORMA

Discusiones centrales
Nuestra inquietud fundamental gira en torno a las identidades complejas en esta parte del Tercer Mundo: los cruces de sexualidad(es), clase y etnia(s) que nos tejen.Sin perder de vista la trama, a cada uno de los tres ejes se le podrá énfasis en cada uno de los tres primeros números de la Revista Feminista. Así pues, lanzaremos el primer número con énfasis en la(s) sexualidad(es).

Modo de trabajo
Las contribuciones a cada número de la Revista serán el resultado de proyectos de producción de conocimiento entre diversas: una de investigación de campo; un ciclo de talleres para la reflexión, el diálogo, la auto-valorización y auto-organización; la promoción de encuentros públicos cuyas memorias sea publicables...

El Consejo Editorial, que se reunirá para la apertura y cierre de cada nuevo número de la Revista Feminista, conocerá planes de trabajo, propondrá compañeras a las que invitar a construirlos, y definirá a quiénes proponer su participación como articulistas invitadas.

Aquellas compañeras o grupos con un plan de trabajo concreto, según sus propios conocimientos e intereses, participarán en las reuniones del Grupo de Investigadoras, Talleristas y Promotoras. Este es un espacio de intercambio permanente entre las gestoras de las diferentes propuestas, que se reunirán cada quince días para: a) Compartir las inquietudes práxicas de cada grupo de trabajo, b) Discutir nociones teóricas y metodológicas de interés común a través de la lectura compartida de textos que apoyen la práctica de todas y la formación de cada una, y c) Discutir las contribuciones propuestas por cada grupo para su publicación.

Fuera de los textos para las discusiones colectivas programadas, entre todas y en función de la práctica grupal y las reflexiones compartidas, armaríamos un pequeño archivo de textos interesantes[1].

La Coordinación estará a cargo de facilitar la comunicación colectiva, las discusiones del Grupo de Investigadoras, los (limitados) recursos (de los que dispongamos), la logística de cada iniciativa, y la edición de la Revista.

Público
Priorizamos el diálogo, descubrimientos mutuos y alianzas directas entre mujeres a ras del suelo, así que nos esforzamos porque nuestro público sean las diversas organizadas y no organizadas con las que trabajemos y, por eso mismo, las que compartan sus imaginarios. Además, miembros/as de los movimientos sociales y de mujeres, de la academia y gente suelta que pueda interesarse por afinidad.

Formato
Alrededor de 30 págs., tamaño A4 (A3 doblado en la mitad), papel periódico-bond, en blanco y negro (portada y páginas que lo requieran a color).


[1] Propuestas preliminares: Auyero, “Vidas beligerantes”; Beberley, “testimonio”; Bordieu y Waqant, “Métodos reflexivos”; Salazar, “Historia desde abajo y desde adentro”; Castels, “Crisis de la teoría política feminista”; “Desestabilización de la teoría feminista”.